Otro primero de mayo más es momento para analizar el estado material de las condiciones de vida de la clase trabajadora, y nuevamente no nos queda más remedio que constatar el constante empobrecimiento y precariedad al que nos condena el actual sistema económico. El capitalismo sigue profundizando en su lógica de exprimir a la mayoría social y a los recursos del planeta en aras de acentuar la concentración de riqueza en cada vez menos y más opulentas manos.
La depredación de los recursos naturales y humanos constriñe nuestra vida y la vacía de sentido, limitando drásticamente nuestra libertad y condenando a las generaciones futuras a un negro devenir climático. Desde la CNT-AIT de Toledo queremos señalar los falaces discursos con los que constantemente se nos bombardea, según los cuales viviríamos en el mejor de los sistemas posibles y en un supuesto “régimen de libertades”. La cacareada democracia que las y los trabajadores experimentamos en nuestras carnes se concreta en forma de abusos y accidentes laborales diarios y sistemáticos, subida de los costes de vida, crecientes dificultades para conciliar trabajo con vida personal e imposibilidad de acceder a derechos básicos como la vivienda. El colmo de los mantras de la clase política es el aparente “crecimiento” que la economía española está experimentando desde hace unos años, pero que se queda solamente en los datos. Lo que cualquier currante de a pie lleva años conociendo es más inflación y pérdida de poder adquisitivo. A falta de herramientas eficaces de distribución de la riqueza, la bonanza económica va a parar a unos pocos bolsillos, condenándonos al resto a una subida de precios que no se corresponde ni de lejos con las de los salarios. Debemos denunciar el papel que en este engaño juegan los partidos del Gobierno, una auto-proclamada izquierda absolutamente incapaz de aplicar ni las mínimas medidas de corrección de la desigualdad, y que parece contentarse con maquillar las cifras del paro a base de contratos cada vez más precarios e inestables. Pero que si pueden permitirse esta pésima gestión es gracias a la labor apaciguadora de dos sindicatos, CCOO y UGT, centrales antaño obreras y que desde hace ya décadas se han convertido en marionetas políticas que viven de las subvenciones, de las liberaciones y de servirle la fuerza de trabajo en bandeja a la patronal. Son las consecuencias de entregarse a las prebendas que la ley concede a quien se presta a su juego de elecciones sindicales y comités. En nuestra opinión, la única manera de revertir la situación de sometimiento que sufrimos es luchando en organizaciones independientes de directrices políticas, que renuncien a las liberaciones y las subvenciones y que sean verdaderamente solidarias. En la CNT-AIT no somos clientes de una empresa de gestión de conflictos laborales. En CNT-AIT somos compañeras y compañeros, iguales, defendiéndonos en nuestro puesto de trabajo, formándonos juntas y generando un cambio real y tangible, aquí y ahora. Este primero de mayo y siempre, nuestra mejor herramienta contra el capital y sus secuaces se llama anarcosindicalismo.