“En efecto, si es cierto que el anarquismo es básicamente critica, enfrentamiento y voluntad de subversión de las relaciones de poder, contrariamente a lo que pretenden las utopías anarquistas, son intrínsecas a lo social, entonces algo de lo que inspira al anarquismo tiene garantizada una actualidad que perdurara mientras existan sociedades. No me estoy refiriendo, claro esta, al anarquismo como producto sociohistórico ya conformado e instituido, sino a aquellos que, con otras denominaciones y con otras conformaciones, seguirá haciendo del cuestionamiento de las relaciones de poder su principal cometido, sean cual sean las modalidades que adopten estos efectos. En este sentido, y solo en este sentido, las proclividades anarcoides del pensamiento critico y de las luchas sociales presentan una actualidad que desborda las épocas y entronca, no ya con las ´largas duraciones´ descritas por algunos historiadores, sino con larguísimas duraciones.
Permitidme ahora que concluya en clave interiorista, quiero decir, mirando hacia adentro del movimiento anarquista y dirigiéndome a quienes se ubican en la esfera de influencia del anarquismo.
Quienes aun nos identificamos, con la tradición anarquista podemos entorpecer el desarrollo de ese nuevo antagonismo social que entronca con las difusas instituciones anarquistas, o podemos ayudar a ese desarrollo.

Lo entorpeceremos, sin duda, si no entendemos que lo que esta haciendo en estos momentos solo puede ser radicalmente innovador, subversivo y actual, desde la diferencia con nuestros propios esquemas, desde su transgresión y desde su profunda transformación.
Lo ayudaremos si comprendemos que los ´nuevos anarquistas´ solo pueden ser ´anarquistas´ desde la más irreverencial falta de respeto por el anarquismo instituido.
Y aun lo ayudaremos mas si renunciamos a querer apresar dentro de la propia etiqueta de ´anarquismo´, aunque sea ´nuevo´, lo que hoy se esta creando.
Abandonar las viejas cartas de navegación y no ofrecer resistencia a las mutaciones. ahí esta el reto, en el momento presente, para todas aquellas personas que se identifican con el talante instituyente del anarquismo y que no tienen el menor reparo en admitir que el anarquismo deja de ser anarquismo tan pronto como se hereda, porque esto significa que ya forma parte de aquello mismo que ya ha traicionado a sus intuiciones básicas”

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