Tras la victoria de nuestra delegada sindical en la UC3M por la que dicha universidad fue condenada a readmitirla, otro becario (demostrado ha quedado que realmente era un trabajador) se animó a demandar, a través de nuestro sindicato, para que se le abonasen las diferencias salariales entre la exigua beca que cobraba y lo que en realidad le corresponde, es decir, el salario que recoge el convenio colectivo de aplicación.
En este juicio no se ha valorado aún su despido, ya que es objeto de otra demanda y aún no se ha celebrado el juicio oportuno. Por ello, como se pude observar en el fallo de la sentencia, que declara la relación como laboral e indefinida, la cantidad que se le reconoce corresponde únicamente a diferencias salariales.
En este caso, ha quedado acreditado que no existía ningún tipo de correspondencia entre las labores que se realizaban y los estudios. Además, las labores desempeñadas eran análogas a las del personal contratado. Por otro lado, la UC3M no ha conseguido acreditar que la actividad haya sido supervisada por un tutor académico. Por todo ello, es más que evidente que la relación ha tenido que ser declarada como laboral y no de beca.
Esta sentencia viene a sumarse a las victorias que ya hemos conseguido en distintas universidades y nos vuelve a confirmar que contra el fraude de las becas el único camino acertado es hacerles frente.
No son becas. Es trabajo.
[Más información en https://becarios.cntmadrid.org/]

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